Hae-ran solo quiere tres cosas: Buena salud para su abuelo, una comida al día. una obra maestra que perdure en el tiempo. Frente a ella aparece Hwaseon, un alfarero capaz de concederle los tres deseos. —Sé mi química— le dice, marcando el inicio de un destino trágico. Esta es la historia de Hwaseon Ye-an, un ser inmortal que anhela poner fin a su vida, y Hae-ran, la única persona que puede matarlo.