Clark, un vampiro de 800 años, fue desenterrado por Jiang Lai, un joven taoísta, quien logró sellar un contrato con ella. Su objetivo era claro: eliminarla. Para conseguirlo, Jiang Lai se mudó con Clark y probó todo tipo de métodos, pero sin darse cuenta... se convirtió en su presa.
Lo que comenzó como un enfrentamiento obligado, se transformó en un vínculo que desafió sus pasados y sus destinos. Entre el odio y la atracción, como la luz y la oscuridad de la luna, surgió una pregunta inevitable:
"—Clark, ven a mi lado—."